La organización ambientalista Greenpeace denunció hoy que las más de 2 millones de toneladas de residuos enviadas durante 2010 a rellenos sanitarios del conurbano, "representan un récord histórico y evidencian la desidia del Gobierno de la Ciudad en la implementación de la ley de basura cero".
Testa opinó que "lo más grave de haber alcanzado esta cifra, es que la Ciudad cuenta desde 2005 con la Ley de Basura Cero que establece la reducción progresiva de los residuos enviados a entierro, pero sistemáticamente incumplida".A partir de las estadísticas publicadas por la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), Greenpeace llamó la atención una vez más sobre el incesante incremento de la basura enviada desde la Ciudad al conurbano y la falta de cumpliendo de la Ley de Basura Cero "Los incrementos interanuales de la basura enterrada desde que asumió la administración de Mauricio Macri, son los más altos de los últimos 10 años", señaló María Eugenia Testa, directora Política de Greenpeace.
La organización ambientalista señaló como "un total fracaso de la administración de Mauricio Macri" no haber cumplido con la primera meta de reducción del 30% de la basura desechada en rellenos, establecida por la Ley para diciembre de 2010.
De acuerdo a la normativa vigente, el año pasado la Ciudad debió enviar a los rellenos de la CEAMSE 1.048.000 toneladas de residuos y por el contrario envió más del doble, alcanzando 2.110.122 toneladas.
Los años 2008, 2009 y 2010 fueron los peores de la década en los que se alcanzaron cifras récord de enterramiento de residuos.
En 2008 se enviaron a relleno 1.844.018 toneladas, en 2009 1.847.748 y en 2010 se pasó el techo histórico de las 2 millones de toneladas. Hoy la Ciudad envía al conurbano 5.781 toneladas diarias, un 14% más que en 2009 y un 50% más de lo que debería.
"El gobierno de la Ciudad no ha trabajado para que la reducción de residuos enviados a rellenos sea posible; se desmanteló el incipiente sistema de contenedores diferenciados iniciado en 2007; se descontinuó el servicio de recolección diferenciada; no se avanzó nunca en materia de concientización y educación sobre reciclado, entre otras cosas", dijo Testa.
Para Testa "es necesario que se cumpla con la Ley y no se busquen atajos al reciclado con falsas soluciones como la incineración de residuos en cualquiera de sus formas".
La Ley de Basura Cero, aprobada por unanimidad en la Legislatura porteña en el año 2005, establece un cronograma de reducción progresiva de la disposición final de residuos sólidos urbanos: 30% para el 2010, un 50% para el 2012 y un 75% para el 2017, tomando como base los niveles enviados a la CEAMSE durante el año 2004.(Télam).
Cómplices como culpables
15:00 | Author: AcaPacha
Me parece que a veces la ecologia y el cuidado del planeta es "tan de todos" que termina no siendo de nadie. Me sorprende ver cada vez mas a los supuestos defensores de la ecologia, a esos "Capitanes Planeta" que se horrorizan con las catastrofes como la de Brasil, y que se emocionan con los despojos de tsunamis y terremotos, pero que cuando caminan por la calle, tiran, ensucian y contaminana ese mundo que ellos dicen que hay que salvar. "Que las grandes empresas dejen de producir contaminacion" se les escucha decir, pero no se percatan (o lo hacen y son muy cinicos con el planeta y la sociedad) que millones de individuos contaminando de "a poquito" por minuto, hora, dia, hacen una competencia pareja a todas las empresas...

En fin, les dejo una cita de un libro de Eduardo Galeano, que se llama "Úselo y Tírelo", la verdad que es buenisimo para mi, porque habla sobre la vision ecologica Latinoamericana
 
"La salud del mundo está hecha un asco. “Somos todos responsables”, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie es.
Como conejos se reproducen los nuevos tecnócratas del medio ambiente. Es la tasa de natalidad más alta del mundo: los expertos generan expertos y más expertos que se ocupan de envolver el tema en el papel celofán de la ambigüedad. Ellos fabrican el brumoso lenguaje de las exhortaciones al “sacrificio de todos” en las declaraciones de los gobiernos y en los solemnes acuerdos internacionales que nadie cumple. Estas cataratas de palabras, inundación que amenaza convertirse en una catástrofe ecológica comparable al agujero de ozono, no se desencadenan gratuitamente. El lenguaje oficial ahoga la realidad para otorgar impunidad a la sociedad de consumo, a quienes la imponen por modelo en nombre del desarrollo y a las grandes empresas que le sacan el jugo.
Pero las estadísticas confiesan. Los datos ocultos bajo el palabrerío revelan que el veinte por ciento de la humanidad comete el ochenta por ciento de las agresiones contra la naturaleza, crimen que los asesinos llaman suicidio, y es la humanidad entera quien paga las consecuencias de la degradación de la tierra, la intoxicación del aire, el envenenamiento del agua, el enloquecimiento del clima y la dilapidación de los recursos naturales no renovables.
La señora Harlem Bruntland, que encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que “si los siete mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, harían falta diez planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades”. Una experiencia imposible. Pero los gobernantes de los países del sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no sólo deberían ser procesados por estafa. No sólo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo. Extirpación del comunismo, implantación del consumismo: la operación ha sido un éxito, pero el paciente se está muriendo."

 
Y bueno ya que estaba, para terminar les dejo una frase del mismo Galeano, que sirve para reflejar en cierta forma lo que todos los que cuidamos de la ecologia queremos, esa utopia del mundo sano, del mundo para las generaciones futuras...

  
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.