El primer  funcionario afectado por el caso que pone serias dudas sobre el destino de  $28millones enviados por la Nación. Por su parte elministro dijo que “si  seconcretaba la estafa, la culpa era del banco”, en el informe que dio ayer al  Senado. 
El escándalo por el manejo de los millonarios  fondos de la ley de bosques se cobró ayer su primera víctima; tras el  inconducente informe brindado por el ministro de Medio Ambiente, Francisco López  Sastre, ante el Senado provincial, el director de la Agencia de Bosques, Juan  Godoy, tuvo que presentar su renuncia al cargo.
 
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Los hielos continentales deben ser protegidos aquí y en el mundo de la  presión de intereses contrarios al derecho ambiental.
Desde estas columnas nos hemos referido repetidas veces al hecho de que no se  haya reglamentado aún la ley que protege los glaciares, pese a que el plazo para  hacerlo ya ha vencido. Esta preocupación no sólo es muy lógica, sino que también  se está extendiendo en todo el mundo, dado que la continua reducción observada  en las masas de hielo acumuladas en las altas cumbres está anticipando su  desaparición en el mediano plazo.
Este hecho, decíamos, se reitera en las cordilleras de todo el planeta, lo  que implica el riesgo cierto de que, por licuación de los hielos, se agote la  gran reserva de agua potable con la que contamos, hecho que constituiría una  catástrofe de vastas dimensiones, de consecuencias trágicas para la vida en  todas sus expresiones.
 
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Los hielos continentales deben ser protegidos aquí y en el mundo de la  presión de intereses contrarios al derecho ambiental.
Desde estas columnas nos hemos referido repetidas veces al hecho de que no se  haya reglamentado aún la ley que protege los glaciares, pese a que el plazo para  hacerlo ya ha vencido. Esta preocupación no sólo es muy lógica, sino que también  se está extendiendo en todo el mundo, dado que la continua reducción observada  en las masas de hielo acumuladas en las altas cumbres está anticipando su  desaparición en el mediano plazo.
Este hecho, decíamos, se reitera en las cordilleras de todo el planeta, lo  que implica el riesgo cierto de que, por licuación de los hielos, se agote la  gran reserva de agua potable con la que contamos, hecho que constituiría una  catástrofe de vastas dimensiones, de consecuencias trágicas para la vida en  todas sus expresiones.
 
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2011 es el Año Internacional de los Bosques y paradójicamente estos nunca habían estado tan amenazados como en la actualidad. Los bosques en peor estado de conservación del planeta ya han perdido casi la totalidad de su hábitat, pero siguen siendo el hogar de muchísimas plantas y animales únicos en el mundo. Si estos bosques se pierden, tales especies endémicas se extinguirán para siempre. Estos son los bosques más amenazados de la Tierra.
Un bosque es básicamente un área con una alta densidad de árboles. Estas comunidades de plantas cubren grandes áreas del globo terráqueo y funcionan como hábitats animales, moduladores de flujos hidrológicos y conservadores del suelo, constituyendo uno de los aspectos más importantes de la biosfera de la Tierra.
El interés de las compañías "nómadas" multinacionales por los recursos minerales, la construcción de presas que inundan amplias zonas selváticas o el crecimiento de las ciudades y las vías de comunicación (carreteras, canales, etc.) son claras razones para la regresión o fragmentación del bosque.
 
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Coca Cola siempre ha sido presentada como uno de los iconos del poder  norteamericano en el mundo. Esta multinacional es una de las menos respetuosas  con el medio ambiente allí donde se instala. Sirva el dato, que hay más de 170  universidades, muchas de ellas norteamericanas que ponen trabas a la venta de  sus productos, precisamente por estas malas prácticas ambientales. Universidades  como la de Atlanta, Toronto, California, Berlín o las de Irlanda han expulsado a  Coca Cola de sus campus  
La compañía Coca Cola es la empresa de bebidas más grande del mundo, según  sus propias palabras, en el año 2004, utilizó 283.000 millones de litros de  agua. Esa cantidad permitiría dar de beber a todo el mundo durante diez días, o  dar agua potable durante 47 días al año a la gente que no dispone actualmente de  agua potable en el mundo
 
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 Los hermanos  Gioja pasaron de fantasear con una fórmula fraternal para gobernar San Juan por  otros cuatro años a verse enfrentados como enemigos políticos históricos.  Mientras José Luis, el gobernador, se prepara para que los sanjuaninos le  habiliten su tercera gestión consecutiva, César, senador nacional, se erigió en  su principal opositor tras ver frustrados sus deseos por sucederlo. Detrás de la  pelea familiar se filtran poder, negocios y acusaciones cruzadas que encendieron  una llama que hace pocos meses eran inimaginables.
 
 
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El requerimiento  fue elevado por Pedro Simón al juez federal Guillermo Molinari, al considerar  que hay pruebas suficientes para demostrar la responsabilidad de los titulares  de estas firmas en la contaminación de la cuenca.
Tras más de una década  de la primera denuncia presentada por el Gobierno de Santiago del Estero por la  contaminación de las aguas del embalse Río Hondo, tiempo en el que se acumularon  las acusaciones contra industrias de Tucumán como también la mortandad de peces,  la Justicia Federal local dio un paso relevante al pedir la imputación de  empresarios de la vecina provincia por envenenar la cuenca  Salí-Dulce.
 
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Los transgénicos no elevan la productividad. Existen productos agrícolas convencionales, como los orgánicos, que pueden ser más productivos que los transgénicos. El uso de semillas transgénicas en la actividad agrícola provoca como principales problemas la perdida de biodiversidad en el entorno y una menor calidad en los alimentos. La agroecología prohíbe “taxativamente” el uso de transgénicos ya que el sistema convencional, que prima actualmente, fuerza excesivamente la intensidad del cultivo a través de fertilizantes nitrogenados y pesticidas.
De este modo, se obtienen alimentos con mayor contenido en agua y menor en materia seca, lo cual supone un descenso de la cantidad de proteínas, minerales, azúcares o vitaminas.
En cambio, el sistema agroecológico es un modelo equilibrado que viene del suelo, es decir, las plantas absorben los minerales para, posteriormente, sintetizar las vitaminas y los antioxidantes, y en definitiva obtener alimentos de mayor calidad.
La excesiva utilización de aditivos como colorantes, potenciadores de sabor o conservantes, entre otros, que permiten “modificar los alimentos” o “hacerlos más atractivos”, es perjudicial para la salud.
El conocimiento científico de la agroecología, ciencia nueva que se apoya en otras disciplinas, rescata el saber tradicional e introduce las técnicas modernas en los sistemas agrarios ecológicos. 
Fuente: diarioecologia.com
 
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Los investigadores que analizan registros fósiles de 200 millones de años, llegaron a la conclusión que algunas “lineas” de seres vivos no necesitan un cataclismo para desaparecer, parecen destinadas a la extinción. Algunas veces todo depende de ser miembro de la familia correcta.
La larga y variada historia de la vida en la Tierra esta plagada de extinciones. Podemos señalar el final de una especie determinada, de una generación o incluso de una familia de seres vivos. Algunas veces la extinción llega de repente y de forma masiva, como la catástrofe ocurrida hace 65 millones de años al final del Cretáceo. O pueden ocurrir como en la actualidad, donde las especies van perdiendo sus hábitats y su existencia se va desvaneciendo en silencio.
Los biólogos especializados en evolución han estado estudiando este fenómeno durante mas de un siglo, pero parecen haber dejado una tercera hipótesis sobre el escenario de la extinción casi completamente inexplorada.
Eso es lo que los biólogos evolutivos Kaustuv Roy de la Universidad de California, San Diego, Gene Hunt de la Smithsonian Institution en Washington, DC, y David Jablonski de la Universidad de Chicago en Illinois decidieron explorar.
Examinaron las tasas de extinción de los bivalvos marinos (incluyendo almejas, ostras,mejillones y vieiras) cuyas conchas compuestas por depósitos de carbonato de calcio los hacen ideales para su conservación.
Utilizando una base de datos mundial que incluye las relaciones evolutivas y un registro fósil de 1678 tipos de bivalvos que abarcan aproximadamente 200 millones de años, los investigadores encontraron una estrecha relación entre la desaparición de algunos géneros y sus parientes genéticos mas cercanos.
Sus estudios concluyen que esta correlación no puede haber sido al azar, por lo que determinadas categorías de seres vivos deben contener los rasgos genéticos que los hacen mas vulnerables a la extinción.
Quizás aún más sorprendente, los investigadores encontraron que el evento del Cretáceo no afectó mucho a largo plazo las tasas de extinción de las familias de bivalvos. Solo extinguió tres familias, redujo el numero de ejemplares de otras dos y la familia restante quedo básicamente intacta.
"Nuestra hipótesis inicial era que la intensidad de la extinción no era aleatoria en relación a la historia evolutiva" dice Jablonski.
“Las conclusiones tienen especial relevancia para los esfuerzos actuales en conservación”, dice Kaustuv Roy . "En la crisis actual de extinción", dice, "es evidente que no seremos capaces de salvar todas las especies que se ven afectadas por las actividades humanas. Por lo tanto, un objetivo de mayor importancia sería diseñar estrategias para preservar los géneros y familias, aun perdiendo algunas especies. De este modo, teóricamente, estamos protegiendo el potencial de estos géneros para luego diversificar nuevamente en el futuro".
Charles Marshall, biólogo evolutivo de la Universidad de Harvard, asegura que este es un papel muy importante, "no sólo cuantificar la relación entre la vinculación genética y la tasa de extinción", sino que también pone de manifiesto "la importancia del registro fósil como máquina del tiempo de la evolución".Marshall añade que "Sólo analizando el pasado, obtenemos una muestra directa de las normas con las que ha trabajado y continuará trabajando la evolución".
Fuente: ScienceMag
 
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En la tarde del día de  hoy, 29 de abril, luego de una semana de negociaciones, los países parte  presentes en la Quinta Conferencia de las partes del  Convenio de Estocolmo  sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, han aprobado por consenso incluír al  endosulfán en el Anexo A  para su eliminación y gestionar un programa de trabajo  para la implementación de alternativas para este insecticida de uso agrícola. El endosulfán, Contaminante Orgánico  Persistente, deberá ser retirado de producción y el uso a nivel mundial. Las  únicas excepciones han sido India, China y Uganda que han solicitado venias en  combinaciones cultivos-plaga  específicos como algodón, café, tabaco, manzanas,  entre otros, con un plazo para ésa excepción de 5 años. Se aspira que la  sustitución de este químico no sea con otro químico de síntesis, sino en la  forma de alternativas  agroecológicas de manejo de cultivo y control de plagas.   
ARGENTINA USA AL MENOS  CUATRO MILLONES DE LITROS AL AÑO
El endosulfán se utiliza en la  Argentina para combatir insectos en los cultivos de cereales, alfalfa, algodón,  florales, hortalizas, girasol, lino, maní tabaco y soja. Presentándose  una  tendencia creciente en cuanto a la comercialización y utilización siendo el  principal insecticida comercializado solo superado en los años 2002 y  2003 por  la cipermetrina.
La revisión de la literatura científica  sobe impacto del endosulfán revela evidencias de los efectos tóxicos crónicos en  el sistema nervioso, el sistema inmunológico, su acción disruptora endócrina,  observándose alteración en el desarrollo de especies animales, atrofia  testicular y reducción de la producción de esperma en mamíferos, también  interfiere a las hormonas sexuales masculinas causando depresión crónica de la  testosterona. Por último el endosulfan se halla relacionado con efectos  neurológicos a largo plazo como la epilepsia y el incremento el riesgo de la  enfermedad de Parkinson
Es una victoria para la campaña  internacional impulsada por la Red de Plaguicidas a nivel internacional   (Pesticide Action Network) y de IPEN, y un gran logro para las organizaciones  ambientales y ciudadanas hindúes que iniciaron la campaña  contra el endosulfán  en el estado de Kerala  desde 1999. 
En el encuentro hubo una muy buena  comunicación  con Argentina,  Paraguay, República Dominicana, Bolivia, Chile e  incluso México. Brasil tuvo un bajo perfil en este tema,  y el Salvador y  Nicaragua  estuvieron ausentes en esta Conferencia. 
Contacto Javier Souza  Casadinho (RAPAL) (011) 15 36171782
 
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La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación del aire. Cuando cualquier tipo de combustible se quema, diferentes productos químicos se liberan al aire. El humo de las fábricas, el que proviene de un incendio o  el que genera un automovil, no sólo contiene partículas de color gris (fácilmente visibles), sino que ademas poseen una gran cantidad de gases invisibles altamente perjudiciales para nuestro medio ambiente.
Centrales eléctricas, fábricas, maquinarias y coches "queman” combustibles, por lo tanto, todos son productores de gases contaminantes. Algunos de estos gases (en especial los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre) reaccionan al contacto con la humedad del aire y se transforman en ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico . Estos acidos se depositan en las nubes. La lluvia que producen  estas nubes, que contienen pequeñas partículas de acido, se conoce con el nombre de "lluvia ácida".
Para determinar la acides un liquido se utiliza una escala llamada pH. Esta varia de 0 a 14, siendo 0 el mas acido y 14 el mas alcalino (contrario al acido). Se denomina que 7 es un pH neutro, es decir ni acido ni alcalino.
La lluvia siempre es ligeramente ácida, ya que se mezcla con óxidos de forma natural en el aire. La lluvia que se produce en lugares sin contaminación tiene un valor de pH de entre 5 y 6.
Cuando el aire se vuelve más contaminado con los óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre la acidez puede aumentar a un valor pH de 3. El zumo de limón tiene un valor de pH de 2.3. La lluvia acida con mayor acides registrada llega a un valor pH de
Consecuencias de la Lluvia ÁcidaLa lluvia ácida tiene una gran cantidad de efectos nocivos en los ecosistemas y sobre los materiales. Al aumentar la acidez de las aguas de ríos y lagos, produce trastornos importantes en la vida acuática. Algunas especies de plantas y animales logran adaptarse a las nuevas condiciones para sobrevivir en la acidez del agua, pero otras no.
Camarones, caracoles y mejillones son las especies más afectadas por la acidificación acuatica. Esta tambien tiene efectos negativos en peces como  el salmón y las truchas. Las huevas y los alevines son los más afectados. Una mayor acidez en el agua puede causar deformaciones en los peces jóvenes y puede evitar la eclosión de las huevas.
La lluvia ácida también aumenta la acidez de los suelos, y esto origina cambios en la composición de los mismos, produciéndose la lixiviación de importantes nutrientes para las plantas (como el calcio) e  infiltrando metales tóxicos, tales como el cadmio, níquel, manganeso, plomo, mercurio, que de esta forma se introducen también en las corrientes de agua.
La vegetación sufre no sólo las consecuencias del deterioro del suelo, sino también un daño directo por contacto que puede llegar a ocasionar en algunos casos la muerte de la especie.
Las construcciones históricas, que se hicieron con piedra caliza, experimentan tambien los efectos de la lluvia ácida. La piedra al entrar en contacto con la lluvia acida, reacciona y se transforma en yeso (que se disuelve con el agua con mucha facilidad). También los materiales metálicos se corroen a mucha mayor velocidad.
La lluvia ácida y otros tipos de precipitación ácida como neblina, nieve, etc. han llamado la atención pública, pero esta los considera como problemas específicos decontaminación atmosférica secundaria; sin embargo, la magnitud potencial de sus efectos es tal, que cada vez se le dedican más y más estudios y reuniones, tanto científicas como políticas para encontrar soluciones al problema. En la actualidad hay datos que indican que la lluvia es en promedio 100 veces más ácida que hace 200 años. 
¿Como podemos combatirla?
Hay que reducir las emisiones. La quema de combustibles fósiles sigue siendo una de las formas más baratas para producir electricidad, por lo tanto hay que generar nuevos desarrollos utilizando energías alternativas no contaminantes.
Los gobiernos tienen que gastar más dinero en investigación y desarrollar proyectos que tengan el objetivo de reducir la contaminación ambiental.
Hay que seguir avanzando en la producción de convertidores catalíticos para automóviles que eliminen sustancias químicas peligrosas en los gases de escape.
Se deben buscar fuentes alternativas de energía: Es necesario que los gobiernos investigen diferentes formas de producir energía utilizando energías renovables.
Se debe mejorar el transporte público para alentar a la gente a utilizar este tipo de servicio en lugar de utilizar sus propios automoviles.
Hay que ahorrar energía. Existen muchas cosas que podemos hacer día a día para ayudar a preservar el  medio ambiente, y tener una convivencia mas armoniosa con la naturaleza. Lo único que se requiere es una pequeña modificación en nuestro comportamiento cotidiano. 
Fuente: Lareserva.com
 
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Misiones tiene  14 especies animales declaradas monumentos naturales para evitar su extinción.  Los cambios de hábitat y el avance del hombre sobre la selva, los principales  peligros
Posadas y Puerto Iguazú. La fauna misionera tiene  14 especies animales declaradas monumentos naturales provinciales, que por ley,  están protegidos, debido al peligro de extinción. En el día del animal, que se  celebró ayer, El Territorio, elaboró un informe sobre los animales salvajes que  por distintas razones ya no se ven o van camino a desaparecer si no se los  cuida.
De las 14, hay dos que desde hace más de dos  décadas que no se ven en la selva misionera: El pato serrucho, que fue visto por  última vez en el arroyo Urugua-í en 1990 y el lobo gargantilla, que se observó  por última en 1985, también en la cuenca del arroyo donde se construyó la  represa.
“La declaración tiene una razón porque esas  especies están disminuyendo en número. Hay otras que también nos preocupan y que  todavía no entraron en esa categoría pero están disminuyendo”, afirmó Miguel  Rinas Director general del Parque Ecológico El Puma.
Por su parte, las  instituciones y organizaciones ecologistas renuevan sus listas rojas de animales  en la selva paranaense, algunos ya los consideran extintos y otros están  clasificados en estado de vulnerabilidad debido al retroceso de su hábitat y la  caza principalmente.
“Por suerte y siendo un poco positivo, todavía está  toda la gama de especies que originalmente estuvieron en Misiones”, destacó  Rinas.
El especialista destacó que “Misiones es la única  provincia que tiene mayor cantidad de especies, cantidad de biodiversidad,  tenemos más de 1000 especies de vertebrados, de los cuales hay 120 especies de  mamíferos, 560 especies de aves, lo cual representa más del 50 por ciento de la  biofauna argentina, hay 150 especies de reptiles y anfibios y unas 200 especies  de peces”
Pero para los ecologista, el Parque Nacional Iguazú  ya es considerado “chico” para albergar a los animales de gran porte, a pesar de  sus 67 mil hectáreas de área protegida y existe una lista de animales que “se  debe prestar atención”.
Guillermo Gil, de la delegación técnico NEA de  Parques Nacionales aseguró que, “en el caso de rapaces o mamíferos grandes como  tapir, yaguareté y chancho de monte, que realizan grandes movimientos, ya el  parque queda chico y no es suficiente para asegurar su protección a largo  plazo”.
Está relacionado el tamaño de los animales con las  densidades, es por ello que para conservarlos, es importante conocer que la  preservación y control del hábitat, reservas naturales protegidas, son el eje  principal para evitar también la caza furtiva y la cantidad de accidentes en las  rutas lindantes a las áreas protegidas. Los casos más conocidos de animales en  peligro de desaparecer so el yaguareté, el dorado, chancho de monte, paca,  yacutinga, y macuco, éstos últimos utilizados para  consumir.
“Si se desmontara todo a su alrededor menos el  parque, muchas especies pequeñas y medianas tal vez sobrevivan pero los que  necesitan grandes territorios, seguramente van a desaparecer”,  afirmó.
Los animales en peligro en  Iguazú
Dentro de los peces, la morena pintada, bagre,  moncholo, surubí atigrado, están en la lista de amenazados dentro del Parque y  en la provincia. El dorado está en la lista de especies de valor especial por su  rol ecológico con escasa presencia y es particularmente valorada por la  sociedad.
Por parte de los reptiles, el yacaré ñato y la boa  arco iris tienen escasa presencia y hacen que se les preste atención. En tanto  que en el caso de las aves la situación es muy preocupante ya que la mayoría de  las especies ya está caratulada como en amenaza de extinción, y casi no avistan  el macuco, el águila monera y el águila copetona. La yacutinga (pava de monte)  corre un peligro especial ante la caza furtiva por su requerimiento para el  consumo.
Existen algunos animales que ya se los consideran  extintos debido a que su avistaje no se da desde hace varios años, como el  ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el guacamayo colorado (nutria  gigante), guacamayo verde.
En el caso del lobo gargantilla, los últimos  avistajes en el país habían sido en el Parque Nacional Iguazú y el parque  Urugua-í, pero no se lo ve desde 1985, y ya lo consideran desaparecido. Un  informe acerca de este animal, no establece las razones claras de su declinación  en el país ya que no habría sido cazado como en otros países y en estas áreas le  habrían dado protección.
Salvar al yaguareté
Entre los mamíferos,  el yaguareté es el caso más emblemático, y para resguardarlo se realizan fuertes  campañas, incluso en esta semana se reunieron técnicos del Ministerio de  Ecología, Parques Nacionales e investigadores para coordinar estrategias en las  áreas protegidas con jurisdicción de la Provincia y la Nación para la  preservación del hábitat natural entre parques y corredores ante la importancia  de la conectividad física entre ellos.
“El yaguareté, es el  que mayor peligro corre en el corto plazo. A pesar de ser una especie protegida,  declarada monumento natural, necesita mucho espacio para vivir, porque es un  animal predador por excelencia y se necesitan unas 5000 hectáreas para que  existan dos individuos”, reflexionó Rinas.
Sobre las causas de la  desaparición del animal Rinas explicó: “Hay varios factores, la disminución de  la superficie, la caza furtiva, que lo mata y mata el alimento natural de esa  especie, caso venado, pecaríes y los conflictos que hay con la actividad  ganadera, porque esta actividad se involucró en el hábitat de la especie y la  especie preda sobre el ganado doméstico y ahí se genera una situación de que los  dueños del ganado los ataquen y los maten”.
Entre los proyectos  que maneja Ecología se encuentra determinar las zonas ganaderas y establecer una  ley para cubrir el gasto que generan los ataques de los  yaguaretés.
Nicolás Quintana, Jefe del departamento de Fauna de  Ecología explicó:
“La situación que se está repitiendo es la de los  productores que salen a cazar el animal porque atacó al ganado y genera  pérdidas. Matar un yaguareté es una infracción que hasta prevé la prisión, está  terminantemente prohibido la caza, la tenencia, la comercialización, todo lo  referente al manejo de la especie está legislado”.
“Estamos abordando el  problema con los propietarios de tierras que lindan con monte y se ven afectados  por la presencia del yaguareté se les orienta para el correcto manejo de su  ganado para disminuir sus ataques”, agregó el  funcionario.
Sobre las zonas de mayor conflicto Quintana  explicó: “Estamos teniendo problemas con campos ganaderos desde Montecarlo para  el Norte, en ruta 15, ruta 18. Se está trabajando sobre un proyecto de  reglamentación tendiente a que la provincia indemnice a los que perdieron un  animal, se estima una población de 50 yaguaretés en la  provincia”.
Sobre lo que hay que hacer para frenar la extinción  de los animales Rinas afirmó: “Actualmente tenemos el corredor verde que es  nuestra base y mantener el corredor verde es lo importante. De ahí hacer un buen  uso de las actividades. Mantener la selva, disminuir la caza furtiva y mejorar  los controles”, apuntó.
Animales atropellados
Pecaríes, venados,  tapires, gatos silvestres, ocelotes, pumas y hasta tapires son víctimas de la  velocidad de los vehículos en las rutas cercanas a las áreas  protegidas.
Las organizaciones ecologistas manifiestan  constantemente su preocupación ante el Ministerio de Ecología de la provincia y  la intendencia del Parque Nacional Iguazú. Los animales no conocen de fronteras  y resaltan la concientización de respetar las velocidades máximas permitidas en  zonas de protección.
Casi todos los animales accidentados son llevados a  rehabilitación en el centro Guira Oga, que posee un centro de rehabilitación  para poder devolverlos a la selva (Leer más en página  11).
Los animales que fueron declarados monumentos  naturales en misiones
• Yaguareté: La Ley provincial Nº2589 prohibió su  caza. Los principales peligros a su supervivencia son la falta de espacio y de  alimentos naturales.
• Tucán grande: L. P. Nº4083. Expuesto a las  capturas para comercializarlo como mascota.
• Aguila harpía: L. P.  Nº3320. Requiere grandes espacios y la pérdida de la selva fue su principal  problema.
• Loro charao: L.P. Nº3455. Es muy buscado para  comercializarlo como animal doméstico.
• Loro maracaná  afeitado: L.P. Nº3455. Es muy buscado para comercializarlo como animal  doméstico.
• Yetapá de collar: L. P. Nº3455. Es muy buscado  para comercializarlo como animal doméstico.
• Tapir: L.P. Nº3455.  Por su tamaño es fácil de cazar. Su carne se utiliza para  chacinado.
• Carayá rojo: L.P. Nº3455. La fiebre amarilla hizo  estragos en las manadas de San Pedro y Piñalito.
• Aguará guazú: L.P.  Nº4083. La pérdida de su hábitat en la zona sur provocó la baja de la  especie.
• Zorro pitoco: L.P. Nº3455. La pérdida de su  hábitat hizo caer la cantidad de ejemplares. Investigadores estadounidenses  empezarán a estudiarlo en los próximos meses.
• Tordo amarillo: L.P.  Nº4138. Por su color y su canto es muy requerido como  mascota.
• Pato Serrucho: L.P. Nº3320. La pérdida de su  hábitat hizo desaparecer la especie. Los últimos ejemplares se observaron en  1990.
• Lobo gargantilla: L.P. Nº3320. La pérdida del  hábitat lo llevó a la extinción en la provincia. La última vez que se lo vio fue  en 1985.
Fuente:Territorio Digital
 
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La radiación solar recibida cada 10 días sobre la Tierra equivale a todas las reservas conocidas de petróleo, carbón y gas, por lo que las fuentes renovables de energía, como ésta, son esenciales al planificar el futuro. Para usar el Sol en nuestro favor se cuenta con varias tecnologías, como los sistemas fotovoltaicos, es decir, aquellos que convierten la radiación solar en electricidad, además de las tecnologías fototérmicas y de concentración solar.
Las fuentes renovables de energía deberían ser parte de una planeación energética en el país.
Es necesario cambiar la política y diseñar un sistema nacional diferente que asegure el futuro del pais en este rubro. El camino lo dicta el uso de energías limpias. Relativamente todo lo que el humano hace, contamina. Se llaman así porque no producen gases de efecto invernadero ni contribuyen al calentamiento global. A la hora de fabricar celdas solares se contamina. A fin de cuentas es una industria que usa materiales peligrosos como el silicio. Las fuentes renovables de energía causan impacto, pero no como las fuentes que usamos.
El desarrollo sustentable es aquel que no compromete la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades y busca la equidad entre los contemporáneos.
Los nuevos paradigmas de desarrollo deben reducir el empleo de energía fósil. Debemos cuidar y dosificar el petróleo y utilizarlo para la introducción de las renovables.
 
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En nuestro país somos rápidos para copiar modas generadas en el exterior, desde las de los estilos de vida, hasta las que tienen que ver con acciones que influyen en la calidad ambiental. En contraste, somos aletargados para corregir los errores que conllevan tales modas. Enumerar algunos ejemplos de ello tomaría el espacio de esta y de varias futuras colaboraciones.
Me referiré hoy solo a un tema que, siendo básicamente correcto e interesante, se ha distorsionado con resultados ecológica y económicamente desastrosos: la producción de los biocombustibles (BC). Por su importancia, trataré el tema de forma que sea comprensible a todos los lectores, aun aquellos no versados en el tema. Los BC son combustibles líquidos obtenidos a partir de materia orgánica fresca, renovable, en contraste con los tradicionales (gas, petróleo, carbón) que también provienen de materia orgánica, pero fosilizada y transformada por millones de años, y que no son renovables.
La mayoría de los BC (de primera generación) se producen a partir de cultivos para uso humano o animal y son de dos tipos, dependiendo de su forma de producción. Uno es el biodiesel a partir de aceites provenientes de grasas animales, de las semillas de una variedad de nabo (“canola”) o de palma africana de aceite; también se ensayan plantas de zonas semidesérticas (Jatropha) y cultivos masivos de algas. El otro es el bioetanol, producido por procesos de fermentación de materia vegetal con altos contenidos de azúcares o almidón. Los productos más usados son el bagazo de caña de azúcar, maíz y algunos otros cereales como trigo o cebada. Ocasionalmente se usa biomasa (madera y desechos vegetales) para producir varios tipos de energía. El propósito de los BC es reducir, o llegar a sustituir, el uso de combustibles fósiles, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los BC de segunda generación se producen de la planta completa o de biomasa, y es una tecnología no disponible aún comercialmente. Podrían aventajar a los BC de primera generación al reducir más GEI, producirse en tierras no agrícolas, requerir menos insumos (agua, fertilizantes) para su producción, no competir con alimentos humanos, etcétera.
Fuente: diarioecologia.com
 
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La catástrofe en Japón ha vuelto a abrir el debate sobre la energía nuclear. En  este artículo se analiza por qué esta energía no es una alternativa real, los  peligros que implica y cómo ésta solo beneficia a unos pocos.  
El reciente desastre en la central nuclear de Fukushima Daiichi en Japón ha  disparado de nuevo el debate sobre la energía nuclear. El Gobierno japonés  inicialmente decía que la situación estaba “controlada”, pero después se vio  obligado a admitir que se han escapado peligrosas cantidades de radiación tras  las explosiones. Además, se han cerrado 13 centrales más por daños.
La radiación ha llegado a la capital, Tokio, y en algunas zonas se han medido  niveles de radiación 1.600 veces más altos de lo normal. Las preocupaciones  sobre la seguridad de la comida se han extendido a Europa y EEUU. La segunda  explosión hirió a once trabajadores, miles de personas han sido desplazadas y se  verán afectadas las vidas de millones de personas más.
El desastre es otro trágico ejemplo del peligro que supone la industria  nuclear para el mundo, y se podría haber evitado. Es una industria que prioriza  sus beneficios a expensas de la seguridad y la salud públicas.
Los gobiernos del mundo están aprovechando la preocupación pública sobre el  cambio climático para presentar la energía nuclear como una alternativa segura,  barata y “verde”. Lo pintan como la única alternativa que puede cumplir las  demandas actuales de electricidad. Desgraciadamente hay ecologistas que también  lo ven como una solución a la crisis ambiental. 
En realidad no cumple ninguna de estas cualidades, ni tampoco puede  satisfacer las demandas mundiales de electricidad. Los intentos de dar impulso a  la industria nuclear no tienen nada que ver con el cambio climático, sino con  los intereses imperialistas de los países donde se genera la industria.
Una industria basada en mentiras
La mentira más grande sobre la energía nuclear es que representa una fuente  energética ecológica porque no emite gases de efecto invernadero a la atmósfera.  Lo cierto es que solo la última fase del ciclo nuclear, la fisión nuclear dentro  del reactor, no genera grandes cantidades de dióxido de carbono. El resto del  proceso de producción depende del uso de cantidades masivas de combustibles  fósiles, incluyendo la extracción del mineral, el procesamiento de uranio, la  fabricación de “torta amarilla” (óxido de uranio), el enriquecimiento, el  transporte, la construcción de los reactores y finalmente el desmantelamiento y  la gestión de los residuos.
Los reactores actualmente emiten un 30% de la cantidad que emite una central  de gas. Las estimaciones actuales de las emisiones del ciclo nuclear asumen el  uso de uranio de calidad superior. Pero la gran mayoría del uranio del mundo es  de calidad inferior, y el proceso de extracción y procesamiento requiere aún más  combustibles fósiles. De hecho, utilizando uranio de calidad inferior, el  proceso entero emitiría la misma cantidad de gases de efecto invernadero que una  central de gas. Construir las miles de centrales nucleares necesarias para  proveer de electricidad a todo el planeta requeriría una cantidad inmensa de  combustibles fósiles.
Además, la energía nuclear no es renovable. Está limitada por la cantidad de  depósitos de uranio conocidos. Si la energía nuclear proveyera la mitad del  suministro de electricidad actual del mundo, el uranio de calidad superior  duraría menos de una década.
La tragedia de Japón ha dejado muy claro que las centrales nucleares no son  seguras. Este desastre más reciente se enmarca en una historia de accidentes,  fugas, incumplimientos en materia de seguridad, mentiras y encubrimientos, tan  larga como la vida de la industria nuclear. 
Como la mayoría de centrales nucleares, la central de Fukushima Daiichi tiene  una larga historia de fallos y mentiras, incluyendo la falsificación de 29  informes de seguridad en 2002 por la empresa Tokio Electric Power Company, el  encubrimiento de maquinaria dañada, fugas de agua radiactiva y la muerte de un  trabajador en un accidente en 1993. 
La catástrofe de Chernóbil en 1986 liberó al medio ambiente 400 veces más  radiación que la bomba arrojada por EEUU en Hiroshima en 1945. El accidente  desplazó a 5 millones de personas y 50 estudios concluyen que hasta ahora han  muerto entre medio y un millón de personas por envenenamiento por radiación,  cáncer y otras enfermedades relacionadas con materiales radiactivos. Todavía  millones de personas viven en zonas contaminadas.
Además, las centrales nucleares no solo son peligrosas en momentos  catastróficos. Varias investigaciones en Gran Bretaña, Alemania y EEUU  identifican altas tasas de cáncer en las poblaciones cercanas a las centrales  nucleares. Asimismo, hay graves riesgos para la seguridad y la salud en todas  las fases del ciclo nuclear. La gente que trabaja en todas las partes del ciclo  nuclear está expuesta a altos niveles de radiación.
Los residuos radiactivos del proceso de extracción se quedan en embalses que  dejan entrar las partículas en el aire, el agua y, por tanto, en los  ecosistemas. Una vez en la naturaleza, las partículas radiactivas siguen  contaminando las fuentes de agua, el aire y las cadenas de alimentarias durante  millones de años.
Lo más peligroso del ciclo nuclear son los residuos que se producen en la  fisión dentro de los reactores que contienen uranio empobrecido, uranio y  plutonio, el material que se usa para fabricar bombas atómicas. Estos residuos  siguen siendo altamente radiactivos durante cientos de miles de años. Si se  respira una millonésima de gramo de plutonio, puede causar cáncer de pulmón. Y  de hecho todavía no hay ninguna instalación de almacenamiento permanente en el  mundo.
Armas nucleares y competencia
La realidad de la industria nuclear es que es muy peligrosa y nada rentable.  De hecho, no existiría sin enormes subsidios de dinero público. EEUU ha  invertido 150.000 millones de dólares en la industria, mientras Japón invierte  unos 2.000 millones de dólares de media anual. Si existe la tecnología capaz de  suministrar toda la electricidad del mundo con energía renovable, ¿por qué los  gobiernos siguen manteniendo una industria tan dañina y cara?
La respuesta es que la industria de la energía nuclear está estrechamente  vinculada a la industria de armas nucleares —de hecho fue creada por ésta. Como  la producción de energía nuclear también produce los materiales necesarios para  fabricar armas nucleares, la industria resulta muy conveniente para los países  que quieren producir armas para dominar a otros. Países como Israel, India,  Pakistán y Sudáfrica han utilizado sus centrales nucleares para construir  armas.
Esto no es casualidad. Las armas nucleares han jugado y siguen jugando un  papel importante en las luchas entre ponencias imperialistas. Bajo el  capitalismo, la competencia entre las clases dirigentes de cada estado para  defender sus intereses económicos crea fricciones geopolíticas que el país con  las armas más avanzadas domina. 
Esto quedó muy patente en 1945 cuando EEUU dijo en relación a la bomba  atómica que era necesario que “el uso inicial fuera adecuadamente espectacular  para que la importancia del arma fuera reconocida internacionalmente”. Murieron  250.000 personas en Hiroshima para que EEUU pudiera demostrar su poder. EEUU  todavía tiene las mayores reservas de arsenal nuclear.
Las demás potencias han expresado una ligera preocupación sobre la catástrofe  nuclear en Japón, pero no van a abandonar a sus propias industrias. Al  contrario, la mayoría tienen planes para desarrollarlas. Ya ha habido  manifestaciones masivas en Alemania contra los planes de la canciller Ángela  Merkel de prolongar las vidas de las centrales. Es este tipo de movilización la  que es capaz de encarar y frenar a la industria nuclear y el apoyo de los  gobiernos a ésta.
Cada euro gastado en la industria nuclear se le roba a la utilización de  energías renovables que realmente pueden solucionar el cambio climático. El  Estado español tiene 8 centrales nucleares y cada una es una potencial Fukushima  o Chernóbil. Ahora más que nunca tenemos que rechazar el uso de la energía  nuclear y exigir que los gobiernos inviertan directamente en energías  renovables.
Daisy Farnham es militante de En lucha / En lluita 
 
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Tener un grifo goteando durante 24 horas implica desperdiciar más de 30 litros de agua, lo que equivale a más de la mitad del agua que necesita una persona a diario para cubrir sus necesidades básicas.
Los datos de la OMS (Organización Mundial de la 
Salud) relacionados con el estudio del consumo de agua revelan que una persona necesita 50 litros de agua al día para cubrir sus necesidades básicas. El mal uso del agua y las fugas ocurridas en el 
hogar impactan negativamente en el 
medio ambiente y en los gastos domésticos.
Buenas prácticas, imprescindibles para reducir el gasto innecesario.
Si en cada hogar español hubiera un grifo goteando, se gastarían unos 450 millones de litros de agua al día, el equivalente a llenar 180 piscinas olímpicas. Un grifo que gotea puede llegar a perder más de 30 litros de agua diarios (Fuente: Ecologistas en Acción) y aumentar la factura anual un 5,29% (de 227 euros a 239 euros anuales). Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), un hogar español paga de media 227 euros al año en la factura de agua, consumiendo 175 m3 anuales.
Hábitos para prevenir daños en las instalaciones domésticas:
• Revise la presión del agua, ya que una presión elevada en la instalación de agua puede ser causa de avería o ruido en las tuberías. Cuando se superan los tres bares, el agua sale con tanta fuerza que puede provocar fugas e, incluso, estropear los grifos. Para evitar estas situaciones se utilizan reductores de presión, unas válvulas que estabilizan este parámetro dentro de la vivienda.
• Revise su factura para comprobar que no haya una cantidad inusualmente alta de consumo de agua, ya que esto indica que hay una fuga en alguna parte.
• Compruebe si hay fugas, al menos una vez al año, en las tuberías, fregadero y accesorios de fontanería. Muchos electrodomésticos como congeladores, lavavajillas, calentadores y lavadoras tienen casquillos de caucho o arandelas que se debilitan con el tiempo, compruébelos y vuelva a colocarlos apretándolos bien.
• Tenga localizada la llave de corte de suministro de agua. Todos en la familia han de saber dónde está la válvula de corte para el suministro del agua, de esta forma podrán cortar el suministro rápidamente en caso necesario y, evitar así, daños mayores.
• Corte el suministro de agua para evitar escapes inesperados si planea estar fuera de casa durante un largo periodo de tiempo.
Fuente:diarioecologia.com
 
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La abogada  jujeña, Alicia Chalabe, advirtió que la Ley Nº 5674 sancionada en forma unánime  por la Legislatura Provincial, que declara como recurso natural estratégico al  litio y ordena la formación de un comité de expertos, a esta fecha, junto a  otras disposiciones que se tomaron, son inconstitucionales y vulneran los  derechos de las comunidades indígenas consagrados en el art. 75 inc. 17 de la  Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT, además de otras  recomendaciones realizadas por órganos de vigilancia del cumplimiento de los  Tratados incorporados a nuestra Constitución en el año  1994.
La letrada sostiene que "la consagración del  derecho de participación implica que las comunidades indígenas siempre deberán  ser consultadas cuando se pretendan adoptar medidas legislativas o  administrativas que puedan afectarlas, ya sea en forma directa como indirecta y  supone el derecho de consulta previa, así como el de asegurar la participación  de los pueblos indígenas en la gestión referida a sus recursos naturales y a los  demás intereses que los afecten. También señala la Constitución que las  provincias pueden ejercer concurrentemente estas  atribuciones".
Chalabe expresó que "este compromiso va de la mano  del reconocimiento de la preexistencia de las poblaciones indígenas que se ha  incorporado en la reforma constitucional de 1994 (Art. 75 inc. 17) y de respetar  su derecho a la identidad social y cultural, adoptando acciones concretas para  proteger sus derechos y garantizar el respeto a su  integridad".
En un documento distribuido por la legista, se  asegura que "la claridad de las normas citadas, que imponen cargas elementales  al Estado provincial, hace que se deba considerar a todo gobierno que las  desatienda, como discriminador de los pueblos indígenas, por falta de actividad,  por ausencia de acciones positivas, por omisión en el reconocimiento de sus  derechos y de lo que es de su legítima propiedad, según las normas  constitucionales mencionadas. Esto fue reafirmado en un fallo reciente del  Tribunal superior de justicia de Neuquén que rechaza una acción iniciada por una  petrolera en contra de comunidades indígenas".
Señala finalmente que  "por estas razones las comunidades indígenas de Salinas Grandes, Cuenca de la  Laguna de Guayatayoc, de las provincias de Jujuy y Salta han acudido a la Corte  Suprema de Justicia de la Nación, invocando la violación de este derecho de  consulta previo y de participación, que ahora queda comprobado con la ley  dictada y a la espera de resolución".
Fuente:No a la mina
 
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El domingo 8 de  mayo, toda la comunidad de Gualeguaychú marchará una vez más al puente  internacional General San Martín, para protestar por la instalación de la  pastera Botnia-UPM. 
Como lo ha hecho en otras seis ocasiones, la  comunidad se sumará a una movilización pacífica que ha trascendido las fronteras  del país y ha repercutido en los rincones más lejanos del  mundo.
Desde 2004, y con cada nueva llegada del otoño, los  asambleístas se abocan a la organización de esta movilización masiva al puente  internacional “General San Martín”.
Como si se tratara de  la ceremonia de un ritual, año a año los pasos se repiten. La jornada comienza  en la ciudad, con la concentración en el Corsódromo a eso de las 10 de la  mañana. Luego, motos, vehículos particulares, colectivos y camiones comienzan a  marchar hacia el puente internacional. Cerca de las 13, se realiza la  concentración en el óvalo, donde se eleva una oración ecuménica. Y a las 14,  miles de vecinos comienzan a marchar por la vida con las banderas del  pacifismo.
Una vez en el puente “General San Martín”  ciudadanos que atraviesan una situación extraordinaria y no deseada entonan  unidos el Himno Nacional Argentino y leen una proclama, con lo que se da por  concluida esta simbólica marcha.
Convocatoria a  estudiantes
Es importante recordar que la Asamblea Ciudadana  Ambiental abrió una convocatoria a estudiantes secundarios para participar de un  concurso de expresiones artísticas –video, bandera o slogan. Los jóvenes que  quieran participar pueden hacerlo de manera individual o en grupos y deberán  presentar las producciones en la Secretaria de la Asamblea Ciudadana Ambiental  (que funciona en Casa de la Cultura -25 de Mayo 734) hasta el 2 de mayo  inclusive, en el horario de 10 a 12.
El 4 de mayo, se  realizará la exposición y evaluación de los trabajos por parte del jurado.  Mientras que el 8 de mayo, a las 11.30, en el ovalo del puente se dará a conocer  a los ganadores y se entregarán los premios. Las particularidades de las  presentaciones podrán ser consultadas en la mencionada  secretaría.
Fuente:El Argentino
 
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Una encuesta  realizada por la organización ambiental Greenpeace, demuestra que los argentinos  rechazan ampliamente la utilización de la energía nuclear, por considerarla una  fuente sumamente peligrosa, contaminante y costosa. 
Los resultados son  contundentes: siete de cada diez argentinos consideran que la energía nuclear es  muy peligrosa o peligrosa, proporción que aumentó con respecto a una medición  similar realizada en 2006, en ocasión de conmemorarse los 20 años del accidente  de Chernobyl.
En este sentido, el mismo trabajo revela que el 64  por ciento de los entrevistados considera que la central nuclear de Atucha II no  debería terminar de construirse y que el financiamiento previsto para este  proyecto debería ser destinado a programas de energía  eólica.
Cabe destacar que, con respecto a análisis  efectuados en 2005 y 2006 y, según la consultora MBC Mori a cargo del muestreo,  “se redujo el porcentaje de entrevistados que manifiestan ‘No saber’ sobre el  tema nuclear. Este fenómeno se observa en todos los indicadores de la encuesta,  probablemente influenciados por la reciente mediatización del  tema”.
El estudio también demuestra que una cifra incluso  mayor (74%), opina que se debería eliminar la opción nuclear en la generación de  energía, y un contundente 78% apoya la realización de inversiones en proyectos  de energías renovables. 
El factor contaminante y los elevados costos de la  energía nuclear, son otras de las inquietudes entre la población relevada, que  son hombres y mujeres residentes en las principales ciudades del país (Ciudad de  Buenos Aires, GBA, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata y parte de  Neuquén).
“A 25 años del desastre de Chernobyl y a pocos  meses de la tragedia de Japón, queda demostrado el contundente rechazo de los  argentinos a la energía nuclear y la existencia de una posición sostenida de la  población con respecto al desarrollo de este tipo de energía”, afirmó Ernesto  Boerio, coordinador de la campaña de Clima.
Para recordar a  quienes sufrieron esta tragedia e informar al público sobre los riesgos actuales  de la energía nuclear, Greenpeace instaló esta mañana en Plaza San Martín (Av.  Santa Fé. Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la Independencia)  una muestra de fotos del reconocido fotógrafo holandés Robert Knoth, con  imágenes de las víctimas.
 fuente: Greenpeace
 
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Albert Einstein, que seguramente ha sido el mayor científico natural del siglo  XX y uno de los grandes pensadores en el ámbito de la filosofía política-social,  lo señaló y denunció lúcidamente con estas palabras: “Dado el estado de las  cosas, los cuestionables logros obtenidos por nuestra generación en la era de  las máquinas son tan peligrosos como una cuchilla de afeitar en manos de un niño  de tres años. La posesión de unos medios de producción extraordinarios no ha  aportado libertad, sino preocupaciones y hambrunas. Lo peor de todo es el  desarrollo técnico que posibilita los medios para la destrucción de la vida  humana, y los productos de laboratorio creados con tanto esfuerzo”.
Hoy se cumple el primer cuarto de siglo del accidente de Chernóbil. Junto con  lo sucedido en Fukushima, junto con lo que sigue sucediendo en Fukushima, los  dos grandes desastres –no los únicos desde luego- de la industria y energía  nuclear, una energía que, se publicite lo que se quiera publicitar, no es limpia  ni barata ni segura ni tampoco pacífica desde luego. 
El sarcófago construido con urgencia sobre el reactor accidentado está  agrietado, oxidado y notablemente deteriorado. Seguramente esto explica algunas  de las decisiones o indecisiones tomadas en Fukushima. En la "zona de exclusión"  viven 2.500 personas. Son trabajadores encargados de la construcción de un nuevo  sarcófago. Deberá o debería estar acabado para 2015. Será financiado por países  de todo el mundo. Ucrania no puede afrontar una factura de unos 1.500 millones  de euros. Son las otras “externalidades” de la apuesta nuclear, de la atómica  hybris fáustica.
Recientemente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó durante  media hora el reactor número 4 de Chernóbil [1]. El paseo le resultó "una  experiencia extremadamente conmovedora". Le acompañaron el presidente ucraniano,  Víktor Yanukovich, y el director general de la OIEA, Yukiya Amano. El máximo  responsable de las Naciones Unidas vinculó la actual crisis de Fukushima con el  desastre de Chernóbil. "Debemos sacar las lecciones oportunas de estas  tragedias". No explicitó qué “lecciones oportunas” había extraído o creía  razonable extraer. 
Por la tarde, los tres responsables políticos inauguraron en Kiev una  conferencia científica sobre el accidente del reactor soviético. Ban Ki-moon fue  entonces más directo: "La desafortunada verdad es que probablemente veremos más  desastres de este tipo". No explicó las razones de su pesimismo antropológico  pero no parece que el irresponsable cientificismo capitalista esté muy alejado  de ello. Añadió: "Para muchos, la energía nuclear parece que es relativamente  limpia y una opción lógica; pero la historia nos hace plantearnos preguntas  dolorosas: ¿hemos calculado sus riesgos y beneficios?". ¿Cuál es el referente de  este “muchos”? ¿Una opción lógica? ¿Para quién? ¿Balance de riesgos y  beneficios? ¿Estaba tan alocado, sigue estando inconmensurablemente demenciado,  el movimiento antinuclear como se repitió y se sigue repitiendo una y mil  veces?
Manuel Ansede –“La vida sigue en los cementerios de Chernóbil” [2]- ha  recordado algunas aristas del escenario post-nuclear. “Entonces [26 de abril de  1986] se formó una nube radiactiva equivalente a la de 400 bombas como la de  Hiroshima, que se paseó por 150.000 kilómetros cuadrados de Bielorrusia, Ucrania  y Rusia. Los pueblos cercanos a la central quedaron bañados en estroncio-90,  relacionado con la leucemia, y cesio-137, vinculado a tumores en bazo e hígado.  Los 50.000 habitantes de Prípiat, a sólo tres kilómetros del reactor, fueron  evacuados en apenas día y medio. Las autoridades soviéticas urgieron a sus  habitantes a que salieran de la ciudad prácticamente con lo puesto, asegurando  que sería cosa de unos pocos días”. 
El Organismo Internacional de la Energía Atómica calcula que unas 200.000  personas fueron realojadas para siempre tras la explosión del reactor. El martes  19 de abril de 2011, en una conferencia de donantes organizada en Kiev, Ucrania  sólo consiguió recaudar 550 de los 740 millones de euros que necesita para  sellar con acero el reactor soviético. Faltan 190 millones de euros. 
Slavutich es una ciudad construida tras el desastre de 1986 para acoger a los  trabajadores de la central, escapados de Prípiat y otros núcleos. Desde allí,  diariamente, unas tres mil personas recorren 50 kilómetros para trabajar en  Chernóbil.
En Público [3], Ernesto Sambora –“Los héroes olvidados”- recordaba  otra cara de aquel inconmensurable desastre. “Ha pasado ya un cuarto de siglo, y  aun así el contador Geiger que el cabo del ejército ucraniano lleva en el  asiento trasero de su coche se dispara al cruzar la segunda barrera de  exclusión, la que marca los 10 kilómetros previos antes de llegar a la zona cero  del peor accidente nuclear de la historia”. 
Serguei Anatólevich Kulish, que ha cumplido 50 años, fue uno de los llamados  “liquidadores”. Tenía entonces 24 años. Hoy dirige la Asociación de Victimas de  Catástrofes desde una modesta oficina en Leningrado-San Petersburgo. Serguei ha  pasado por un calvario de enfermedades, complicaciones y dolor crónico.  Actualmente lucha contra un nuevo tumor cutáneo abdominal que no duda en  mostrar. En su optimista opinión, "Europa debe comprender los riesgos de la  energía atómica”. En la Rusia post-soviética nadie quiere escucharle.
Serguei y una comunidad de unos 500 liquidadores viven en pisos de protección  oficial donados por el Gobierno en el golfo de Finlandia, a una hora de  Leningrado. Cuando llegaron allí, en los años noventa del siglo pasado, eran  unas mil personas; el resto ha fallecido. Los bloques de edificios que los  albergan, señala Sambora, “son el mejor ejemplo de su situación social: alejados  de la urbe y mal comunicados, ellos mismos han tenido que pagar las reparaciones  necesarias para hacer habitables sus viviendas, y sólo un pequeño monumento, que  parece una lápida, semiabandonado e imperceptible bajo la nieve, recuerda la  catástrofe vivida aquella primavera del año 1986”.
No maldicen su destino. Alguien tenía que hacerlo. Sí lamentan, en cambio, y  profundamente, el olvido social e institucional del que son víctimas. Sus  pensiones son muy bajas y tras la caída de la Unión Soviética perdieron las  ayudas del Estado. Los alimentos y el transporte, de los que disfrutaban  gratuitamente, pasaron a ser de pago, haciendo muy difícil su vida, la de sus  viudas o sus huérfanos, que tienen pensiones medias de 150 euros. Afrontan,  además, la peor de las situaciones imaginables para enfermos crónicos de muy  escasos recursos: la privatización salvaje del sistema de salud. Es otra de las  caras del afable capitalismo que rige en la Rusia que ha emergido de la  destrucción de la Unión Soviética. Transitan por el lado salvaje de la vida.
Recordemos algunos pasajes de aquel terrible accidente [4] partiendo de  nuestra conversación de 2008.
SLA: Sobre el accidente en la central nuclear de Chernóbil, del que no  hace mucho se cumplieron 20 años, hubo una fuerte polémica en torno a sus  efectos reales que aún sigue coleando. Se ha dicho que la potencia radiactiva  del accidente (o de la catástrofe, como se prefiera) fue entre 50 y 100 veces la  potencia de la bomba arrojada en Hiroshima. Desde fuentes oficiales se habló de  un número reducido aunque importante de fallecidos, mientras que desde otras  fuentes independientes se afirmaba que esa información había sido una gran  manipulación, una falsificación desmedida y que los fallecidos y perjudicados  fueron muchísimos más. Se han dado cifras de más de dos millones de ucranianos  afectados, unos 700.000 de los cuales eran niños. Viktor Bryukhanov, el director  de la central nuclear en el momento del accidente, ha acusado a las autoridades  políticas de proteger ante todo la industria militar con mentiras, acusación que  no excluye algunos sectores de las comunidades científicas. Tampoco han quedado  al margen de sus críticas países y gobiernos poderosos -EEUU, Japón, Francia y  Reino Unido- que, según él, ocultan las causas reales de los accidentes  nucleares. Podrías explicarnos algo de esta polémica y por qué, desde posiciones  oficiales u oficiosas, no se reconoce lo que realmente pasó y los dañinos  efectos que ocasionó.
ERF: Es un tema que nos llevaría muy lejos. Un mínimo desarrollo exigiría un  tratamiento largo y tendido. Intentaremos explicar aquí lo más importante.
Se creó, efectivamente, una importante polémica y no es casualidad que  apareciese recientemente. El origen de ello es un informe que salió a la luz en  septiembre de 2005, informe que se publicitó mucho medio año después. Apareció  como un documento de la OMS, de la Organización Mundial de la Salud, en el que  se nos iba a decir la verdad sobre Chernóbil y en el que se daba “la  versión definitiva” de los efectos. 
Mucha técnica publicitaria como ves. Es muy espectacular como, por ejemplo,  presentaron el resumen de prensa. Está escrito en inglés: “Chernobyl: the  true scale of the accident; 20 Years Later a UN Report Provides Definitive  Answers and Ways to Repair Lives”. ¡La verdad definitiva sobre  Chernóbil!
El informe, tal como fue comunicado, es un libro de más de 600 páginas,  editado en tres volúmenes, del que se publicó por la AIEA una versión sinóptica  de 55 páginas (Chernobyl’s Legacy: Health, Environmental and Socio-Economic  Impacts) que es en realidad lo que se presentaba a los medios. En cambio, el  breve texto que tanto ha impactado a la prensa es un resumen de 6 o 7 páginas,  al que realmente, desde un punto de vista científico, no se puede dar ningún  valor. En él se afirma que según los datos del Informe unas 4.000 personas  pueden llegar a fallecer a lo largo del tiempo -que en el informe completo se  precisa en un período de 70 años- por la exposición a la radiación liberada hace  20 años en al accidente, que seguramente no va a haber más muertos y que la  gente se puede reinstalar en los territorios afectados. 
Prácticamente es una apología del retorno al uso de la energía nuclear. Esto  es en resumen lo que viene a decir el informe que causó gran sorpresa y gran  controversia. No era para menos.
Pero el informe fue publicado por la OMS. ¿No es así? Por lo tanto, en  principio, es creíble, no es mera publicidad.
Efectivamente. Este informe se ha publicado y publicitado por la OMS pero  ocurre con él lo que ya hemos comentado. En realidad, el estudio ha sido  elaborado fundamentalmente por la Agencia Internacional de la Energía Atómica  (AIEA) de Viena. Desde 1959 existe un convenio por el que la OMS, para cualquier  asunto relacionado con cuestiones nucleares, remite y se pone de acuerdo con esa  agencia atómica. 
¡Pero esto es un escándalo!
Lo es, efectivamente. El convenio estipula, entre otras restricciones, que  los estudios de la OMS en materia nuclear, previamente a su publicación, deben  ser revisados por la AIEA, no deben ser negativos con la Agencia ni tampoco  deben impedir la promoción de la energía nuclear. La Agencia se fundó, en la  época de los “átomos para la paz”, por la Organización de las Naciones Unidas,  para promocionar el uso de la energía nuclear, por un lado, y por otro, cuando  se firmó el TNP, el Tratado de No Proliferación de Armas  Nucleares, para vigilar, de ahí su actual intervención en el caso de Irán, y de  paso su flagrante inhibición en las actividades atómicas de otros países. Aún  hoy en sus publicaciones aparece el eslogan “Atoms for Peace”. Si uno  entra en la web de la agencia, verá que todo lo que allí se afirma es una  defensa del uso de la energía nuclear. No olvidemos que es una agencia de la  energía atómica. Ahora están con un foro, que ya existe desde hace años, para  promocionarla como solución a Kyoto, como energía limpia, como energía moderna,  en neta coincidencia con las posiciones de la administración del presidente en  Jefe Bush II. 
No deben ser pocas las presiones políticas.
Exactamente. Se dan aquí todas las presiones políticas que puedas imaginarte  y algunas más. Cuando se mira con detalle el informe al que nos estábamos  refiriendo, y aunque se ha publicitado como un informe de la OMS científico e  independiente, se observa que los créditos otorgados para su realización  provienen de un ente denominado “The Chernobyl Forum” compuesto por la  AIEA, los gobiernos de la Federación Rusa, de Bielorrusia y de Ucrania, el Banco  Mundial, el UNSCEAR (United Nations Scientific Committee on the Effects of  Atomic Radiation), institución de vida más bien lánguida, y otros organismos de  la ONU sin relación con la cuestión (UNSP, FAO). A la OMS la han incluido  también pero más bien como adorno, para no levantar sospechas, para ganar  credibilidad científica. De hecho, el tal Foro no deja de ser una entidad  nominal.
Desde un punto de vista científico, metodológico, ¿cuál es tu opinión  sobre este informe? ¿Te parece un buen informe?
El informe una vez se analiza, y téngase en cuenta que es muy prolijo y que  es realmente muy técnico, presenta numerosos sesgos derivados de las  limitaciones y objetivos originarios impuestos al estudio. Se ha realizado sobre  áreas muy pequeñas de Ucrania, de Rusia y de Rusia Blanca (Bielorrusia o  Belarus), sobre áreas contaminadas claro está, pero que no representan  exactamente ni de lejos todas las áreas afectadas. No representan en absoluto  las áreas de esos países ni del resto de Europa que sufrieron alteraciones  importantes por el accidente. Lo mismo puede decirse sobre la población  considerada para estimar los efectos de la contaminación radiactiva. Las cifras  proporcionadas por el Informe, los antes citados 4.000 casos de cánceres que  podrían llegar a producirse, por ejemplo,  se refieren solo a un grupo de  alrededor 600.000 personas, mientras que la población que vive en las áreas  contaminadas de Ucrania, Rusia Blanca y Federación Rusa alcanza, según los  informes de estas mismas repúblicas, los cinco millones. Y esa cifra también  puede considerarse una subestimación.
Creándose, por lo tanto, una importante confusión sobre estos  temas.
Efectivamente. Un ejemplo de la confusión generada sobre la cuestión lo  podemos encontrar en otro comunicado de prensa de la misma OMS efectuado el 26  abril de 2006 con motivo del vigésimo aniversario del accidente. En este caso la  OMS es más prudente que en el comunicado anterior —quizá por las numerosas  críticas recibidas— y se refiere a un nuevo Informe, publicado por ella (Ginebra  2006), sobre los efectos sanitarios. Aquí, aquellos 4.000 posibles cánceres  mencionados en septiembre, se elevan a 9.000 y se constata que alrededor de  5.000 niños y adolescentes en el momento del accidente han sido diagnosticados  de cáncer de tiroides, y que es muy probable que nuevos casos de este tipo de  cáncer sigan produciéndose en el futuro. Acepta, además, que más de cinco  millones de personas (¡cinco millones!) siguen viviendo en la actualidad en  áreas contaminadas con material radiactivo. Aquí conviene ir a los datos  originales del mismo Informe, donde se constata que considera sólo a los  residentes —los cinco millones mencionados— en áreas con niveles de cesio  radiactivo (Cs 137) superiores a 37.000 Bq/m2 en Bielorrusia, Ucrania  y la Federación Rusa. La población de territorios con actividades inferiores se  ignora. Por otra parte es asombroso que, según dicho Informe, alrededor de  270.000 personas sigan viviendo en áreas que la extinta Unión Soviética  clasificó como “zonas estrictamente controladas”, territorios donde la  radiactividad supera los 555.000 Bq/m2.
Antes he comentado que en la República Checa se han realizado recientemente  trabajos de investigación, que han sido publicados en revistas científicas  internacionales, sobre la muy alta tasa de cánceres de tiroides que aparecieron  a lo largo de los cuatro o cinco años inmediatamente siguientes al accidente, y  sobre otro tipo de fenómenos patológicos. Estos son los pocos datos que se  tienen sobre estas áreas externas a la antigua Unión Soviética. Pero dentro de  las tres repúblicas mencionadas de lo que fue la URSS –Rusia, Ucrania,  Biolerrusia-, el estudio se restringe sólo a determinadas áreas, seleccionadas  además con criterios un tanto oscuros. 
En cuanto a la metodología seguida.
Es altamente discutible la metodología que se ha empleado. Leyendo el informe  con atención ves que incluso hay una gran incertidumbre sobre el tipo de métodos  que se han seguido.
Al mismo tiempo ha aparecido, también recientemente, un estudio de la  Academia de Ciencias de la Federación Rusa que han publicado en forma de libro y  que es también altamente crítico con aquel informe. Se calcula en este estudio  de la Academia de Ciencias que han sido más de 200.000 las personas afectadas a  lo largo de estos 20 años. 
En el estudio de la OMS, por ejemplo, no queda en absoluto claro como cuentan  y estudian a los famosos liquidadores, aquellos millares de personas —unas  250.000 sólo en 1986 y 1987— que intervinieron inmediatamente para construir el  famoso sarcófago de Chernóbil con el que se cubrió el reactor destrozado. El  informe de la AIEA/OMS habla de 15 fallecidos entre estas personas. Los mismos  datos rusos los aumentan a centenares. Seguramente, entre 800 y 1.000 de estas  personas murieron por efecto de la radiación aguda. 
Nos encontramos, pues, que el estudio de la Academia de Ciencias de la  Federación Rusa establece cifras diez veces superiores con respecto al estudio  de la OMS/AEIA. Insisto: ¡10 veces más!, no una mera diferencia de matiz o de  redondeo de la última cifra. 
Hay, además, otros informes científicos que también establecen datos muy  distintos, que en absoluto coinciden con el informe de la OMS.
Para ti,¿ qué cifras son las más correctas?
Desde un punto de vista estrictamente científico, yo no puedo saber,  Salvador, cuáles son las cifras exactas o qué cantidades reflejan mejor la  realidad de los hechos. Los datos disponibles indican que hubo, que hay  afecciones, pero no existe ningún estudio global de todas las zonas contaminadas  de Europa que indique cuántas afecciones se han producido realmente. Existen  informes parciales, como éste que explicaba de Chequia; existe también el  informe de la Academia de Ciencias de Ucrania, en todos ellos se dan cifras  muchísimo más altas que las que cita este informe de la AIEA/OMS. 
Existen, además, investigaciones y datos que no han sido publicados. Durante  muchos años, en lo que fue la extinta Unión Soviética, todos estos informes  fueron reservados. 
¿Se han publicado datos sobre la contaminación producida por el accidente  en otros países europeos?
Tampoco, tampoco. Francia, por ejemplo, nunca ha publicado datos de la  contaminación producida por Chernóbil. Recuerdo lo que pasaba cuando cruzabas el  Rin en aquella época. En Alemania y Suiza, al cabo de los años, seguían y siguen  manteniendo reservas y controles sobre cierto tipo de setas, sobre ciertos  productos silvestres, porque el estroncio 90 y el cesio 137 están allí,  permanecen allí, y si se cruza el Rin en dirección a Francia, los bosques, claro  está, siguen siendo los mismos, los territorios no han cambiado, pero,  mágicamente, parece que existiera una frontera “nacional” que hubiera parado la  radiación. En Francia, como es sabido, casi todas las cuestiones radiactivas son  reservadas. 
Tenemos actualmente informes sobre zonas contaminadas de Inglaterra, datos  que muestran, lo que es muy paradójico, que no hay unos criterios uniformes de  análisis. Al mismo tiempo, en el mismo momento, en Bielorrusia, por ejemplo, se  aceptan unos límites para la leche; en cambio, en Rusia se aceptan otros, y en  Ucrania otros distintos, y estos límites no están próximos en absoluto, varían  desde los 20 hasta los 200 becquerelios por litro en estas tres repúblicas. No  hay siquiera unos criterios de protección homogéneos y, no olvidemos, que sigue  habiendo radiactividad en muchos productos de estas zonas. Lo que pasa es que se  han considerado o se quieren considerar seguros ciertos valores y entonces se  dice de cara a la tranquilidad de la opinión pública que aquí no pasa nada, que  no hay ningún peligro. 
En tu opinión, ¿qué debería haberse hecho? ¿Cómo debería haberse obrado si  se hubiera querido obrar correctamente?
Lo que debería haberse hecho, como ya hemos comentado antes, es haber  establecido un sistema paneuropeo de radiovigilancia y de estudio de los  efectos. No existe tal sistema. Entonces, frente a un informe como el que  comentamos, yo, que no acostumbro a ser tan tajante, considero en este caso que  no tiene valor científico alguno, que no podemos considerar ni dar valor al  estudio de la Agencia Internacional de Energía Atómica. 
Hay otros informes de la OMS, en los que al parecer no ha intervenido tanto  la Agencia, que son muy distintos, aunque son muy técnicos, y, sobre todo,  cuando uno se remite a lo único que tiene valor, a lo único válido desde un  punto de vista riguroso, aunque desde luego también sea bueno mantener ciertas  reservas, es decir, a los análisis científicos publicados en revistas  reconocidas con comités de revisión por pares. Estos datos nos indican  precisamente que el informe de la Agencia Internacional no se sostiene en  absoluto. 
¿Cuáles son entonces los datos reales? 
Como te decía, no lo podemos saber con precisión. Unos hablan de 200.000  personas, otros de 50.000, nadie puede decirlo con seguridad. Lo que sucede es  que las cifras de valores tan bajos no pueden ser aceptadas cuando ya tenemos  datos de aquella época en los que la misma gente que estuvo trabajando  directamente en la central, y los datos sanitarios de la propia URSS, señalaban  que hubo una mortalidad importante y existen, además, otras investigaciones  publicadas que aseguran que en determinadas zonas ya tuvieron en aquellos  momentos niveles altos de mortalidad. Tampoco podemos hacer mucho caso de lo  que, a veces, son básicamente reportajes periodísticos. Con todos mis respetos  hacia el buen periodismo, hay informes de este tipo que son poco rigurosos. 
¿Puedes precisar un poco más? ¿A qué te refieres exactamente?
Pues, por ejemplo, cuando se dice: he hablado con una campesina y me ha dicho  que los terneros le nacen con dos cabezas o que hay “montones” de niños, sin más  precisión, con malformaciones. Este tipo de informaciones no tiene valor  científico. Para obtener buenos resultados hay que aplicar una metodología  estricta. Los instrumentos, para poder analizar lo que ha ocurrido son  conocidos, los tenemos, están a nuestro alcance. En los casos concretos en que  se ha seguido una buena metodología, en el estudio del cáncer de tiroides por  ejemplo, es innegable que ha habido un impacto muy importante. No podía ser de  otro modo. 
En definitiva, no es que no puedan realizarse buenos estudios, sino  que no quieren hacerse investigaciones independientes que tengan el conocimiento  verificable de los hechos como finalidad central. Los intereses políticos y  económicos nuevamente están situados en el puesto de mando; el dinero hace girar  el mundo, cantaba Liza Minnelli y aquel inolvidable presentador en Cabaret.  Money, money, money... era el estribillo de aquella tonadilla. Pues eso.
Podemos intentar un resumen sobre este punto si te parece.
Me parece. Más de veinte años después de la catástrofe de Chernóbil no hay  aún una evidencia clara sobre el impacto real de la radiación en la salud y  persisten las divergencias según las diversas fuentes de información que se  utilicen. Sería preciso aunar esfuerzos a nivel internacional para continuar  analizando la situación en las áreas más contaminadas mediante estudios  epidemiológicos analíticos a largo plazo, pero para ello es necesario que exista  una voluntad política clara y recursos económicos para el financiamiento de la  investigación. A pesar de la magnitud del desastre, la inversión destinada a  todo tipo de investigaciones sobre Chernóbil en los últimos veinte años,  incluyendo la militar, no ha llegado a 10 millones de dólares. El desastre de  Chernóbil ofreció la oportunidad de investigar ampliamente los efectos de la  exposición a radiaciones sobre la salud y el medio ambiente; sin embargo, la  comunidad internacional ignoró muchos informes existentes en los territorios  contaminados, algunos de ellos publicados pero solo en lengua rusa, y también  otros al carecer de posibilidad de acceso por intereses políticos. 
Jorge Riechmann, entonces presidente de CiMA, lo expresó en 2007 con estas  palabras: “Quienes hablan, hoy, de seguir construyendo reactores nucleares no  han comprendido nada de la tragedia de Chernóbil. Y Chernóbil era, quizá, la  última advertencia de la que podíamos aprender, si es que ha de existir en el  futuro una humanidad libre sobre una Tierra habitable. Mi convicción personal es  que la única energía nuclear limpia y segura, que hemos de reivindicar sin  tregua, es la de las reacciones de fusión que tienen lugar en el interior del  sol y nos llegan luego en forma de bendita luz solar que caldea la atmósfera,  mueve los vientos y nutre la vida”. 
¿Qué puede decirse hoy tras este nuevo Chernóbil a cámara lenta que estamos  viviendo?
Eduardo Rodríguez Farré y Salvador López Arnal
 
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